Chiquitito, no más:
San Benito de Nursia fue el primer fundador de una orden religiosa en Occidente: los benedictinos. La Regla de San Benito ha sido modelo para muchas otras. Bueno, hubo monjes en Occidente antes de San Benito; pero no organizados, como los benedictinos. San Atanasio y otros se dedicaron a difundir las ideas del monacato oriental en Roma y otros lugares; pero fue San Benito quien lo aplicó en grande, digamos.
San Benito fue, además, el primer santo en ser proclamado patrón de Europa (por el Papa Pablo VI, en 1964). Y fue el único por más de 15 años, hasta que Juan Pablo II añadió a los santos eslavos Cirilio y Metodio (1980). Y los tres son venerados además en la Iglesia ortodoxa. Más adelante, se añadieron tres santas: Santa Catalina de Siena, Santa Brígida de Suecia (también venerada en la Iglesia luterana) y Santa Teresa Benedicta (sí, ¡Benedicta!) de la Cruz, más conocida como Edith Stein. Así, desde 1999, Europa tiene seis patronos.
Y por si esto fuera poco... San Benito es también el primer santo... ¡del cual escribo en mi blog! Debe sentirse halagado. Bueno, bueno... Nos vemos...
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